Sembrando Esperanza vivió una experiencia de aprendizaje y sonrisas. Nuestros niños tuvieron la oportunidad de disfrutar una hermosa salida educativa que los llevó a dos lugares muy especiales: el Museo Pape, en la exposición Da Vinci Immersive: Los inventos del genio, y al Vivero de las Azaleas, donde la naturaleza se convirtió en maestra.
Primera parada: Museo Pape – Da Vinci Immersive
La mañana comenzó con emoción y curiosidad. Los niños fueron recibidos con calidez en el Museo Pape, donde participaron en un recorrido guiado por Beatriz Eugenia Gutiérrez, voluntaria apasionada que mantiene viva la obra y el espíritu de Leonardo da Vinci.

Durante la visita, los pequeños escucharon atentos la charla, admiraron las increíbles máquinas e inventos del genio italiano, e incluso pudieron dibujar sus propias creaciones inspiradas en lo aprendido.






Uno de los momentos más mágicos fue cuando entraron a las salas inmersivas, donde luces y proyecciones los envolvieron en una experiencia visual única. Algunos niños también disfrutaron del área de realidad virtual, donde exploraron un mundo lleno de color e imaginación.

Segunda parada: Vivero de las Azaleas
Después del recorrido artístico, nos dirigimos al Vivero de las Azaleas, donde los niños cambiaron los pinceles por plantas y flores.
Allí fueron recibidos con una gran sonrisa por Rocío Román, quien les explicó con paciencia y entusiasmo sobre el cuidado de las plantas, los tipos de flores y la importancia de proteger la naturaleza.







Cada niño recibió una plantita como regalo, junto con consejos para cuidarla en casa. Fue un momento lleno de ternura y conexión con la tierra, donde la curiosidad floreció.


Un agradecimiento especial
Queremos agradecer profundamente al Museo Pape y al Vivero de las Azaleas por abrir sus puertas y sus corazones. Gracias por hacer posible esta experiencia que sembró conocimiento, arte y amor por la naturaleza en nuestros niños.
